Proyecto Fundacional

Proyecto Fundacional

El proyecto fundacional está asentado sobre los siguientes principios reguladores:

El Principio de TOTALIDAD
Totalidad como cualidad básica de la persona humana que al interior de sí misma se integra como única y total en sus múltiples aristas, aspectos y funciones. Es la persona total la que crece, aprende y se desarrolla, la que se debe ir desenvolviendo en el cambio y el tiempo que a cada educando le toca vivir.

El Principio de INTERACCIÓN SOCIAL
Es en situaciones de interacción social significativas que el educando construye sus saberes, sentires y haceres. El Colegio, en tanto institución social educativa, ofrece el ámbito adecuado para el encuentro con la heterogeneidad, Y en este espacio el educando tiene la oportunidad de asumir la responsabilidad social que emerge del encuentro con los otros, con la propia libertad y la libertad del otro, con la posibilidad de pensar y sentir diferente, de confrontar, consensuar y cooperar en la tarea conjunta de construir el saber.

El Principio de CREATIVIDAD
Si aprender es encontrar soluciones nuevas a problemas diferentes, la posibilidad de crear alternativas distintas debe estar en la base del Proyecto Educativo.

Un mundo dinámico, cambiante y en fuerte proceso de deshumanización, requiere de personas creativas. El Colegio cumple con su función educativa, si genera situaciones problematizadoras en todas las áreas, facilitando la flexibilidad conceptual y actitudinal, el pensamiento lateral y la energía creativa, que no es otra cosa que desplegar un educando pensante, capaz de crecer y aprender.

El Principio de AUTONOMÍA
La persona al aprender se desarrolla, Esto implica el despliegue progresivo y armónico de sus capacidades para llevar a cabo una vida autónoma. En el proceso el ser humano evoluciona gradualmente desde la heteronomia a la autonomía, a partir de las relaciones que establece con el mundo, influenciado por las acciones de los otros, es decir de los adultos significativos con los que se vincula el educando. El Colegio, en tanto mediador de la cultura de la sociedad en la que se inserta, es un ámbito privilegiado para facilitarlo.